En mi Colombia, éstas noticias no son ajenas:
Al respecto, me llama mucho la atención que si bien se ha de responsabilizar las conductas delictivas / antisociales de los hijos hacia sus progenitores, ésto no explica ni aporta a la comprensión de sus posibles causas, ni a la disminución de ésta forma de violencia.
Que hay evidencias de la influencia genética de los comportamientos violentos, es probable; no tengo la capacidad de contradecir a quienes suponen hacen éstos estudios. Sin embargo, considero que la importancia del afecto es determinante para precipitar / exacerbar conductas como éstas que cada se incrementan en nuestros países.
Predisposición genética (¿?) y todo, pero me pregunto: ¿que tanto hemos sembrado, cómo fueron y cómo son los vínculos con nuestros hijos e hijas, hemos practicado pautas de crianza sanas y adecuadas, y lo más importante hemos amado a nuestros hijos e hijas con ese AMOR de 4 letras sin ambivalencias, culpas y maltratos?
Hay un refrán popular que refiere: "lo que siembras, cosecharás" ; eso no disculpa al maltratador pero si permite una comprensión, ojalá con consciencia y coraje de algunos de éstos múltiples casos, y con ello permitir la PREVENCION y disminución de la violencia en general. ¿De que sirve juzgar con severidad a los hijos e hijas maltratadores de sus padres o madres; sin considerar, que ellos fueron niños inocentes e indefensos entre sus brazos?
La permisimidad y la sobreprotección (maniobra inconsciente que oculta el odio, la culpa o el rechazo) como el maltrato propiamente dicho, provocado por tantos padres y madres desde los primeros años de vida, infancia y adolescencia; cobran en su víctima secuelas a veces incurables que desembocan en la vida adulta, la familia y la sociedad de la que éste menor hará parte.
Parecería lógico que todos los seres humanos amarán a su madre y a su padre, pero desafortunadamente no es así. Como desafortunados son los infantes de no ser amados por sus progenitores.
Quizás porque el AMOR para unos es amoR, para otros Amor, para otros AMor, para otros amOR, para otros aMor, en fin... tantas combinaciones como psicodinamias individuales que de seguro tienen un fondo totalmente vinculativo y afectivo.. (eso creo yo, no lo debes creer tu)
¿Qué opinas?
4 comentarios:
Conocí a una mujer cuyo deseo repetitivo era matarse, o matar a sus padres, o matarse todos juntos. En varias ocasiones estuvo a punto de hacerlo. El ciego dirá: "¡Uy, qué malvada, qué loca!" Pues no. Aquella mujer, durante TODOS los día de su vida hasta los 40 años, había sido despreciada, humillada, castigada, secuestrada y, en fin, maltratada de todas las maneras posibles por su MADRE, mientras el padre estaba siempre ausente o indiferente. Para aquella mujer su madre no era su madre, sino un simple y repugnante monstruo que había que destruir, o bien sucidarde ella misma, cosa que intentó varias veces...
¿Quién, con un poco de corazón, podría llevarle la contraria, o atreverse a decir que su dolor era "genético", "patológico", etc.?
Cuando una mujer es violada o maltratada por un hombre, se la PROTEGE de todas las maneras y se castiga al delincuente. Cuando, en cambio, una mujer es violada o maltratada por su propia madre o padre, ¿qué se hace? A menudo, callarle la boca y darle palmaditas o pastillas.
Un saludo, y enhorabuena por tu post, Liliana.
La verdad,no sé dónde está el límite.
Mas que limites, la cuestion en es el enlace y permanencia del imago y vinculo afectivo mas significativo con la forma de amar, vivir, asumir y percibir la vida cuando se es adulto. Pienso como JLC, y por ello cavilo en la importancia de la decision de ser madre y padre!!
Opino, que un hijo maltratador, fue siempre, primero, un hijo maltratado.
Más visibles o menos visibles, tuvo que haber recibido violencias muy fuertes y reiteradas, desde bebé.
Aparentemente hay muchas "buenas familias" que guardan dentro cuotas inimaginables de violencia.
Pero como dice Alice Miller, el cuarto mandamiento no nos deja ver.
Un abrazo y gracias por pasar por mi blog!!!
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