Me gustan los Cuentos Infantiles, desde antes de ser Psicóloga y Madre; la fantasía y fascinación que envuelven atrapa mis sentidos y mi imaginación.
Creo que leer un cuento, compartir su lectura con los cinco sentidos y con el afecto que envuelve el estar junticos en la cama, en el piso, en un césped, en cualquier lugar... atrapa a cualquier infante y adulto con corazón de niño.
Aún mas, creo que hay cuentos infantiles con enseñanzas para adultos como por ejemplo: "Si tienes un papá mago" de Gabriela Keselman que siempre recomiendo a quienes tienen ésta responsable labor.
Los cuentos no son esa tarea obligada por el plan lector del colegio, la forma en que se duerme a los niños y niñas, la manera en que se enseñan valores (pues el no remplaza tu ejemplo). El cuento no es un libro para que miren, entretengan, rayen o destrocen; como yo lo veo, es una oportunidad maravillosa para compartir y conocer a nuestros niños, niñas, hijos e hijas.
Ciertamente, los niños y niñas hacen identificaciones y proyecciones con algunos de los personajes del cuento narrado y si cómo padres - madres aprendieramos a escuchar podríamos adentrarnos en su mundo interior. Esto es mágico y profundo!!
En Psicología, el Cuento Infantil es una herramienta valiosa para conocer los sentimientos, ansiedades, necesidades y comprender los conflictos por los que atraviesa el que no tiene voz (infante), el que no sabe cómo expresar lo que siente a la manera adulta; esto no es mejor o peor, bueno ni malo. Solo que son dos códigos diferentes.
Así mismo, el Cuento Infantil puede ser una herramienta psicoterapeútica que permita al niño/a fortalecer aspectos de su personalidad y "ver" auxiliado por un adulto consciente, nuevas posibilidades de adaptación frente situaciones que le causen frustración o malestar.
Este tema me apasiona, el Cuento Infantil en casa, en la escuela, en el consultorio psicológico y por si mismo en las manos de cualquier ser permite una catarsis espontánea de comentarios, frases, finales, transformaciones llenos de sentimientos, deseos, necesidades, temores, ansiedades, agresiones, percepciones del mundo y sus significantes, entre otros aspectos.
Me permito mencionar algunos que me gustan, los he compartido con mis hijos e hija y en verdad, ¡se les saca el jugo!
- A VECES de Irene Vasco
- LA ESTRELLA QUE LE PERDIO EL MIEDO A LA NOCHE de Pilar Lozano
- NADIE SE LLAMA PERUCHO CORCHUELO de Julia Mercedes Castilla
- NO ME GUSTA de Luciana Savaget
- EL NIDO MAS BELLO DEL MUNDO de Jairo Anibal Niño
- EL CABALLITO ENANO de Dora Alonso
- LOS OLVIDOS DE ALEJANDRA de Triunfo Arciniegas
- LA SEÑORA CONTRARIA de Jairo Anibal Niño
- GASTON NO SE ATREVE A JUGAR de Mymi Doinet
- GABRIEL TU CABEZA LLEGA AL CIELO de Mymi Doinet
- PEDRO ES MUY DISTRAIDO de Mymi Doinet
- MEDALLA DE HONOR de Irene Vasco
- EL DRAGONCITO QUE NO SABIA SONARSE de odile Delattre
- LOBO GRIS LE TEME A TODO de Catherine Salenbier
Sin duda, habrá otros títulos que aportarán mucho en el compartir como padres, madres, docentes y / o psicoterapeutas. ¿Puedes compartir alguno? ¿Tienes alguna experiencia con los cuentos infantiles? Podrías comentar al respecto?
Revisa mis talleres o espacios de formación para construir juntos esta mirada.
LILIANA CASTRO MORATO
Salud Primal y Bienestar Humano
300 725 3852
5 comentarios:
Nunca he sido una lectora asidua de cuentos, ni de niña ni despues...quizá eso me ha hecho tener una visión tan oscura de la vida, puede ser...
Abrazos!
Cuando era chica mi madre me leía muchos cuentos y yo le preguntaba cómo hacía para inventar todas esas historias, y ella me decía que estaban "escritas" en los libros, a partir de ahí no pude esperar para aprender a leer, y poder descubrir por mi cuenta esas maravillosas historias... nunca dejé de leer a partir de ahí...
Eurice, bien sabes que en la oscuridad la luz cobra un esplendido resplandor, de seguro no leiste cuentos como estos pero la vida misma te lleno de historias! Abrazos.
Anónima, cuando se escuchan historias y cuentos desde chiquitin - se abren las puertas a un mundo de simbolismos, fantasias, argumentos que de seguro aportaran a nuestra vida emocional y al desarrollo de nuestro pensamiento. Sin leer, un menor expuesto a historias y cuentos, enriquece su vocabulario y se abre paso al proceso lectoescrito sin aquella enseñanza tradicional llena de repeticiones y planas..
No soy muy amigo de las tradiciones, pero cumplo a rajatabla la tradición de contar un cuento a mis hijos a la hora de irse a dormir. El cuento debe ser inventado en el momento, y sólo debe transmitir ideas agradables y enaltecer los valores humanos (no por que yo así lo haya dispuesto, sino por que mis hijos me obligan a que así sea).
Para mí es una forma de ejercitar mi imaginación, recordando por un rato cómo era ser chico. Y para ellos es la forma de comenzar sus horas de sueño con pensamientos agradables.
De paso, me sirve para crear historias que luego publico en mi blog...
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