En el llamado Mes de
las Madres
y
en el Día de la Madre.
Un
compartir sobre Por qué es importante la Maternidad
Este artículo fue escrito por la autora de este blog
para la Fundación Camino Claro, mayo 2.012
No es común
escuchar que la maternidad es sexualidad. Pero lo es!!! Sin embargo,
como expone Ileana Medina en el artículo de su blog Pregunta del día(o del millón); así como han sido reprimidas y censuradas culturalmente otras formas
de sexualidad que no sea la práctica coital entre hombre y mujer, también se ha
reprimido el despliegue de la sexualidad maternal que implica la libre decisión
u opción del disfrute del cobijo y la vinculación con los hijos/as.
El
patriarcado (de faldas y pantalones) nos ha mostrado que para ser iguales y
lograr la "realización" debemos separarnos de nuestros bebés, niños,
niñas para insertarnos al sistema económico productivo sacrificando el vínculo
madre bebé con todo lo que ello implica para ambos y para todos como sociedad: la
perpetuación del patriarcado mismo.
Pues no hay
acción más patriarcal que sacrificar a los más pequeños en post de un sistema económico
productivo, negando las repercusiones psicosociales de este evento.
No
debiéramos sacrificar a los niños y niñas principalmente, ni a las mujeres que
optan libre y decididamente por el disfrute de su sexualidad maternal sino luchar
por políticas públicas que respeten y protejan el vínculo
primario como plataforma de una sociedad más humana e igualitaria.
Igualitaria,
si!!! Pues todos en absoluto hemos sido recién nacidos necesitados de cuerpo
materno y cuidado.
|
La madre. Obra de Cristina Aleja Cañada, 2005 |
Ahora, sin
lugar a dudas a todas las mujeres y afortunadamente
un creciente número de hombres, les ofende que en
pleno siglo XXI continúen homologándose de manera patriarcal los roles de mujer
- madre - trabajo doméstico.
Ser madre
como ser padre, es una decisión y no una mera condición de la naturaleza. Y si
bien, al serlo en el caso de las mujeres, nos compite la etapa gestacional, el
parto y el amamantamiento; los otros cuidados y progresivas atenciones a los
niños y niñas pueden ser dadas co-responsablemente por ambos géneros.
Y sobra
escribir, que el trabajo doméstico no tiene como exclusividad al género
femenino.
Tristemente,
sumadas todas estas imposiciones culturales (+ otras) hacen que se disocie la
sexualidad maternal y se niegue su disfrute. Asumiéndose como una obligación y
deber moral.
Al tiempo
que el mercado de consumo nos aleja cada día más de la entrega y
disfrute de la maternidad con sus novedosas creaciones capitalistas de
estimulación temprana que engaña a los progenitores priorizando los teteros y
las leches artificiales, los coches, las cunas, los juguetes, música, babytv,
las guarderías, etc. sobre teta, apego, colecho, piel a piel, arrullo, tiempo
de cuidado y atención con disfrute.
Porque
definitivamente y en respuesta a esta imagen, las mujeres hemos
construido historia y sobre todo labramos caminos de libertad cuando decidimos
ser madres con consciencia y hemos disfrutado de la sexualidad maternal
impregnando de oxitocina los cuerpos y las almas de nuestros hijos e hijas,
como los nuestros con un discurso y un accionar más respetuoso de los procesos humanos.
Al tiempo y
en paralelo, cuando hemos construido proyectos anti patriarcales desde
nuestras ocupaciones pensados en una sociedad mas generosa desde
los diversos roles desempeñados.
Las mujeres
que optan por el disfrute de su sexualidad maternal reconocen que ella es
parte de su naturaleza cíclica que fluye y no es estática, por lo
que es imperativo luchar por conciliar trabajo- familia-persona.
Vinculando a las parejas en las tareas de cuidado y sostenimiento familiar.
Y
luchando por políticas públicas que protejan la maternidad y los cuidados
tempranos de los niños y las niñas, como por ejemplo post natales que cobijen y
hagan posible una lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses como lo
recomienda la Organización Mundial de la Salud, espacios infantiles para los
niños y niñas pequeños dentro de los ambientes laborales, etc.
A continuación recomiendo
leer el siguiente Artículo, versión Original y Completa en la Web de su autora Calsida Rodrigañez Bustos; titulado Por qué es importante la maternidad.
1.- La
maternidad es importante porque es el proceso de formación del ser humano.
La maternidad
es una secuencia de fenómenos concatenados: concepción, gestación intrauterina,
nacimiento, gestación extrauterina y crianza. Todos los seres humanos se forman
en esa secuencia. No hay otra manera de ser humano; no hay otra vía, otra
alternativa. La maternidad no es solo una experiencia o una faceta de la vida
de una mujer, sobre todo es el proceso de formación del ser humano.
Acuño la importancia de la pareja en este proceso.
2.- Esta secuencia se ha fijado en la
evolución mamífera en general y humana en
particular; la fijación de la secuencia
específicamente humana fue determinante para la fijación de nuestra especie en
el ecosistema general de la vida. Las peculiaridades particulares de la
maternidad humana se deben sobre todo al específico desarrollo del sistema
sexual para adaptar la maternidad a las condiciones anatómicas del bipedismo.
3.- La
maternidad, y con ella el proceso de formación de los seres humanos, está
pervertida, gravemente alterada en relación al
diseño filogenético que aseguró nuestra permanencia como especie.
Hay pediatras que afirman que en los hospitales se viola a l@s recién nacid@s porque llaman ‘violación’ al acto de separar a la madre de l@s bebés (entre
otras manifestaciones de la violencia obstétrica).
|
Y para muestra esta imagen de mi hija separada de mi lado
sin tener ninguna justificación para estar en esa incubadora
llorando en posición boca arriba presa de angustia. |
4.- La
perversión de la maternidad afecta a la formación individual del ser humano.
Ha sido
comprobada desde diferentes campos del conocimiento, información que pueden
ampliar en la web de la autora.
En concreto,
desde la psicología, la neurología y la psiquiatría se han estudiado diferentes
aspectos del deterioro de la sociabilidad humana relacionados con la falta de
amor materno (diferentes tipos de autismo, esquizofrenia, tendencias suicidas,
drogadicción, etc.); estudios que son en general desconocidos, pese al esfuerzo
divulgativo de los mismos, por parte de profesionales como Michel Odent, Nils
Bergman, Prescott, entre otros.
La capacidad
de amar y la capacidad racional del ser humano están interrelacionadas; se
forman en la etapa primaria de su vida, y es una función del deseo materno.
5 – La
repercusión social de la alteración del proceso de formación del ser humano.
La
repercusión de la maternidad en la sociedad humana, la resumía San Agustín en
la siguiente sentencia: Dadme otras madres y os daré otro mundo.
Michel Odent (El bebé es un mamífero, Mandala, Madrid, 1990, págs. 64-65)
hizo una recopilación de algunas de las prácticas, ritos y recetas para
interferir en el proceso de formación del ser humano, que se han inventado y
puesto en práctica a lo largo de la historia.
Por ejemplo,
los espartanos que tiraban a los bebés rodando por la ladera de una montaña, y
los vikingos que los colgaban de un árbol alimentándolos con tuétano, conocían
sus efectos para alterar el proceso de formación de la criatura humana, en
términos de acorazamiento psicosomático y de eliminación de las producciones
empáticas naturales (que hoy se conocen con detalle en términos neurológicos y
psicológicos), con el objetivo entonces no simulado de crear pueblos de
guerreros y esclav@s, es decir, la civilización de la dominación y del
fratricidio.
En esta, por
otro lado breve, recapitulación de Odent, destacan los mitos y otras prácticas
para promover la separación de la madre de la criatura, encaminadas a
interceptar la función del deseo materno en la formación del ser humano, y que
ponen de manifiesto el conocimiento que siempre ha existido de su impacto
social; mitos que propagan creencias tales como que el calostro es malo (la
medicina ayurvédica en el s. II a.c., da una receta a base de miel y
mantequilla para sustituir el calostro y la primera e importantísima leche,
para la formación del bebé, de los cuatro primeros días), o que el demonio (la
oxitocina y la prolactina) habita el cuerpo impuro y la leche de la madre, por
lo que para salvaguardar a la criatura, debían de serles sustraídos, en tanto
que la madre no pasara por ciertas ceremonias de ‘purificación’, ceremonias que
por otro lado, se establecían en el plazo de tiempo suficiente para que la
interrupción de la producción materna fuese efectiva; en la Biblia este plazo
es de 8 días para los niños y 40 para las niñas, lo que prueba la
discriminación por sexos de una represión directamente establecida con un fin
social.
Estos son
unos ejemplos de la implementación de la represión del deseo materno con el
preciso objetivo social de pervertir al ser humano para adaptarlo a la
dominación.
Hoy, en la
era de la dominación invisible y de la sumisión inconsciente, los mitos han
cambiado y los objetivos se ocultan más.
La
manipulación falaz de la obstetricia, de la sexualidad femenina, de la pediatría,
tomando el nombre de la Ciencia en vano y sus hallazgos con fines criminales,
consagran la mayor perversión quizá de la maternidad de todos los tiempos.
Aunque se
sigue aplicando sistemáticamente la separación de la madre del bebé, esta
separación física ya no es imprescindible, puesto que la industria
farmacológica suministra drogas eficaces para interceptar el deseo materno, en
el parto, en el inmediato postparto y en la lactancia.
6.- La
perversión de la maternidad impide el desarrollo de las cualidades básicas
in-formacionales del ser humano (in-formacionales = consustanciales a
nuestra formación como especie; es decir, no unas cualidades cualesquiera, sino
las más fundamentales y básicas que permitieron nuestra formación y fijación
como especie): la capacidad de amar y de empatizar con los congéneres, la
capacidad de raciocinio, la capacidad de entendimiento, en definitiva, su
sociabilidad.
La pérdida
y/o deterioro de estas cualidades fundamentales supone un grave proceso de
degeneración del género humano, que de no
atajarse, y por tratarse de la pérdida de lo fundamental, nos conducirá a la
desaparición.
La
esclavitud requiere destruir la capacidad de amar y la sociabilidad humana,
pero esta es una maniobra suicida.
Como afirma
el neurólogo norteamericano James W. Prescott: without human love there can be no survival
of Homo sapiens
("Breastfeeding: brain nutrients in brain development for human love and
peace", en Touch The Future Newsletter, Spring 1997).
También Odent en una reciente entrevista, afirmaba que la humanidad no
puede sobrevivir si se hacen innecesarias las hormonas del amor, como pretende
la nueva dominación y sus estrategias conductistas. Pruebas de que este
es un camino de degeneración humana son, por un lado, el malestar que produce y
que crece en paralelo con el desarrollo de esta civilización, y por otro, el
mismo hecho de que estamos destruyendo el ecosistema terrestre
del que dependemos.
En concreto
hay abundante literatura científica que establece una correlación directa
entre la violencia y el fratricidio, y la falta de verdadera madre.
7.- La
perversión de la maternidad en el grado de generalización actual supone una
castración de la mujer.
Wilhelm
Reich (Reich habla de Freud,
Anagrama, Barcelona 1970) dijo que mientras los embriones
crecieran en úteros espásticos y los pechos de las mujeres no latieran
adecuadamente, no habría parlamento ni constitución que pudiera hacer a los
hombres libres.
Reich quería
decir que los parlamentos y las constituciones pueden y deben reconocer,
proclamar y defender la libertad de los hombres y de las mujeres, y la sociedad
ofrecer un tejido social adecuado; pero la libertad y la integridad de cada ser
humano se hacen en el vientre y en el regazo materno.
8.- La perversión
de la maternidad comenzó hace unos 6.000 años, como una estrategia para
esclavizar seres humanos, y se extendió con la expansión de los imperios
esclavistas patriarcales.
Primero
aconteció en pequeños grupos humanos en los que el hombre cambió la armonía
natural entre los sexos por la dominación. El sometimiento de la mujer vino
acompañado de una alteración y reducción falocéntrica de su sexualidad. El
dominio del hombre sobre la mujer y la represión de la sexualidad materna,
están explícitamente concatenadas en el versículo 16 del Génesis 3, que reza
así: Multiplicaré los trabajos de tus preñeces. Parirás con dolor los hijos
y buscarás con ardor a tu marido que te dominará (Nacar y Colunga, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1963); el tiempo futuro de los verbos indica que todavía en aquel presente las
cosas no eran así. Esta perversión se extendió con la expansión de los imperios
esclavistas patriarcales.
El ser humano,
en su integridad original es incompatible con la dominación, y por ello, el objetivo de la perversión de la maternidad siempre ha
sido y es el de sabotear el proceso de formación del ser humano (cambiar las
madres para cambiar el mundo)....
...La destrucción primitiva de la maternidad sobre la que se levantó el
patriarcado y la dominación, es lo que divers@s autor@s han llamado ‘matricidio
primitivo’, que se fijó social y culturalmente, con una abundante mitología
general y, en particular, con la generalización de diferentes mitos sobre
nuestros orígenes.
La
malformación o deformación del ser humano (la pérdida de sus cualidades
fundamentales) fue y es un requerimiento de esta civilización esclavista,
patriarcal, basada en relaciones de dominación y promotora del fratricidio
humano. Por más invisibles que sean hoy la dominación y la esclavitud, su
esencia es la misma.
9.- A pesar
de los hallazgos científicos, en la actualidad, la perversión de la maternidad
ha alcanzado cotas demasiado altas, y además, dicha perversión está más
generalizada que nunca.
A comienzos
del siglo pasado había una parte de la humanidad que todavía escapaba de este
aspecto de nuestra civilización; pero los hallazgos de la medicina y de la
tecnología se han implementado en un sentido favorable a la fijación de la
perversión, acorde con la nueva esclavitud de los nuevos tiempos.
Superados en
cierta medida algunos mitos, hay una contradicción flagrante entre el
conocimiento y su aplicación, que solo se explica por la intervención política
de los gestores, los nuevos sacerdotes, de la dominación. Michel Odent (1999)
hacía la siguiente mención sobre dicha intervención: Estamos en condiciones
de comprender por qué los personajes cuyos nombres están asociados tanto al
nacimiento como a la capacidad de amar, encuentran poderosos obstáculos: hacen
temblar los fundamentos de nuestras culturas (…) podríamos explicar la
tendencia muy expandida de neutralizar, colocar fuera de la ley, o perseguir a
cualquiera que promulgue mensajes tanto sobre la capacidad de amar como sobre
la forma de nacer. (La cientificación del amor).
Desde la
medicina, desde la pediatría, desde la sexología científica, desde la
psicología, desde la neurología, desde la endocrinología, desde la historia y
la arqueología, y desde otras ciencias, aplicadas y no aplicadas, se ha
producido un esclarecimiento científico de la maternidad como proceso de
formación del ser humano, y también un esclarecimiento del daño del matricidio
para el conjunto de la humanidad; es decir, podemos explicar y entender de
manera científica e irrefutable la correlación entre maternidad y sociedad,
entre maternidad e individuo, entre matricidio y degeneración y eventual
extinción del género humano. Por eso la cuestión se dirime, se está dirimiendo,
en términos políticos. Es preciso, para hacer acopio de fuerzas y empujar en un
sentido favorable a la supervivencia de la humanidad, saber los términos y el
contenido real de esta guerra.
10.- De la
recuperación de la maternidad depende el que la humanidad tenga o no tenga
futuro.
Aunque no
aparezca en los titulares de la prensa ni en los informativos de las
televisiones, y aunque, desde luego, las batallas contra el fratricidio, el
genocidio, etc., son muchas y en diferentes frentes, y hay que estar en todas
ellas, en mi opinión la supervivencia de la humanidad depende de que se pueda
frenar el proceso de degeneración del ser humano, lo que supone recuperar la
maternidad.
...La recuperación de la maternidad por un lado puede parecer una cosa
muy díficil y lejana, pero por otro, puede ser fácil e inmediata, puesto que
está ahí, pertenece a nuestra condición humana.
Implica dos
cosas también aparentemente difíciles: la recuperación de la sexualidad
femenina, y la recuperación de las relaciones armónicas entre hombres y mujeres
(pues no hay otro modo de recuperar la maternidad).
Pero ambas
están latentes: todo el mundo prefiere, muchos hombres también, las relaciones
armónicas a las relaciones de dominio; y todas las mujeres preferirían
disfrutar de la maternidad en vez de padecerla, si supieran que ello es
posible.
Por eso,
desde mi punto de vista, no es tan difícil recuperar la maternidad,
expone Calsida Rodrigañez
Decidir, contemplar, asumir y disfrutar la maternidad como un evento de la
sexualidad femenina mueve el Paradigma actual de la misma, pero sobre todo mueve los cimientos engañosos en los que se sustenta esta sociedad.
Les invito a leer un pasado post que titulé MENOS
MATERNIDADES SACRIFICADAS Y MAS MATERNIDADES GOZOSAS. En contacto para sus eventos formativos o atención particular,
Liliana Castro Morato
Psicóloga, Educadora, Acompañante Perinatal - Doula, Consejera en Lactancia Materna
Servicios Profesionales para la Salud Primal y el Bienestar Humano
Contacto: 3007253852 Bucaramanga, Colombia.