Quien escribe como subtitula este blog, lo hace como un acto de fe hacia la propia persona y la vida. Pues no me agota el optimismo, el mismo que acompaña la tristeza de algunos días.
No idealicen mi persona por tantas lineas, me equivoco con frecuencia, emotiva a flor de piel, el enojo no se oculta en mis grandes ojos; por ello, prefiero cerrar mis párpados o virar mi cuerpo pesado si el impulso me alcanza. No siempre logrando apresarlo en mi cavilación, pues la sombra de mi testarudo temperamento me acompaña y envuelve mis células. Esas que con predeterminación ahora consciente, no determinan toda mi vida.
Aun así, ya he sembrado. Y empiezo quizás con humildad a recoger algunas siembras, semillas que no se sembraron en buen tiempo pero que sin duda germinaron dentro del corazón de quien ame sin consciencia y hoy amo lúcida y vigilante.
Bien escribió Boris Cyrulnik (1): "El fin de los malos tratos no representan el fin del problema... El hecho de que el patito feo encuentre a una familia de cisnes no lo soluciona todo. La herida ha quedado escrita en su historia personal, grabada en su memoria..." Y eso, ha pasado en la historia de mi primera maternidad, esa que impregna este blog y que no escribo para redimirme sino para leerme -interiormente - , compartir y enseñar como quien comparte la huella de su herida y poder iluminar el resto de la propia y ajena historia. (Soy optimista Amigo Juan)
Ha sido duro escuchar aquellas viejas, duras y ácidas palabras en la boca de quien "debiera" honrarme y agradecer por todo lo que le he dado con esfuerzo y sacrificio.... Pero he podido avanzar hacia el amor que no exige amor como respuesta, sino que le reconoce como fruto. Esperando quizás muy dentro de mi, que otras semillas puestas en la tierra a destiempo germinen. Pero solo quizás, porque el amor acepta sin exigencia su fruto.
Bendita Heterodoxia. Me permites no seguir premiando o castigando a quien tiene el libre derecho de amar y odiar. De elegir. De vivir. Contrario a mi pensar o en la vía de lo previamente cultivado y que muchos prefieren ignorar o evadir. Aunque duela y no sea cómodo.
Nada es en vano cuando dejas de ser zombie de tu propia sombra y puedes aún sentir la fuerza de la sombra que tiene tu silueta sobre el otro.
Pero, optimista sigo compartiendo el párrafo de Cyrulnik:
"Para curar el primer golpe, es preciso que el cuerpo y la memoria consigan realizar un lento trabajo de cicatrización... a la cicatrización de la herida real se añadirá la metamorfosis de la representación de la herida. Pero lo que va a costar tiempo comprender al patito feo es el hecho de que la cicatriz nunca sea segura. Es una brecha en el desarrollo de su personalidad, un punto débil que siempre puede reabrirse con los golpes que la fortuna decida propinar. Esta grieta obliga al patito feo a trabajar incesantemente en su interminable metamorfosis. Sólo entonces podrá llevar una existencia de cisne, bella y sin embargo frágil, pues jamás podrá olvidar su pasado de patito feo. No obstante, una vez convertido en cisne, podrá pensar en ese pasado de un modo que le resulte soportable. Esto significa que la resiliencia, el hecho de superar el trauma y volverse bello pese a todo, no tiene nada que ver con la invulnerabilidad ni con el éxito social". Al parecer todos somos como patitos!
Cuan valioso es el medio afectivo que rodea los primeros años, la vinculación segura de un hogar apacible, las interacciones verbales o no verbales, las guias de desarrollo y la crianza que usamos los padres y las madres. Un sostén invisible que se fortalece en cada etapa evolutiva y que brinda frutos cada día y en la especial pre/adolescencia.
"El día en que los discursos familiares y culturales dejen de seguir considerando a las víctimas como a cómplices del agresor o como a reos del destino, el sentimiento de haber sido magullado se volverá mas leve. Cuando los profesionales se vuelvan menos incrédulos emprenderán sus procesos de reparación con una rapidez mucho mayor a la que se observa en la actualidad. Y cuando las personas encargadas de tomar las decisiones sociales acepten simplemente disponer en torno a los descarriados unos cuantos lugares de creación, de palabras y de aprendizajes sociales, nos sorprenderá observar cómo un gran numero de heridos conseguirá metamorfosear sus sufrimientos y realizar, pese a todo, una obra humana.
Pero... si la familia y la cultura hace callar a las víctimas y les añade una agresión más, y si la sociedad abandona a las criaturas que considera se han echado a perder, entonces los que han recibido un trauma conocerán un destino carente de esperanza".
Sensible, despierta y atenta ahora callo. Dispuesta a nunca abandonar a quienes amo. A revivificar día a día y a vivir con la fe que me da el amor mismo hacia ti DE/LC/S.
Disculpen mi emotiva consciencia en esta cavilación, para mi un ejercicio indispensable.