Gozar sin sentirse culpable es una osadía en esta sociedad que ha instaurado el chip de esfuerzo + sacrificio + dolor como vía para merecer un poco de placer: "la letra con sangre entra", "mano firme corazón grande", "con el sudor de la frente", "gánate una carita feliz", "parirás con dolor", etc. etc.
Todos y todas instruidos a través de la crianza y la educación bajo este paradigma, hemos olvidado que el placer es un derecho humano y un don gratuito de la vida que nos salva de la enfermedad, la muerte física y psicológica.
Pero para las Mujeres, es aún peor. La masturbación, la ablación del clítoris, el ser vistas como objetos y no como sujetos de placer, la cosificación de nuestros cuerpos, la medicalización de nuestros procesos naturales- sexuales y reproductivos, el señalamiento a nuestra libertad sexual son evidencia del control y la alienación del placer como derecho humano vital.
Naturalmente multiorgásmicas hemos sido reprimidas por la sociedad patriarcal que desestimo el clítoris y las hormonas fundamentalmente femeninas como sustancias de paz y bien estar propio, transmisible a las generaciones en actos de placer y amor como el parto, la lactancia y el maternaje gozoso ; entre otros.
Las niñas que en su autoexploración natural desde edad temprana encuentran sus zonas erógenas son presas de miedos culturales expuestos en discursos como: "no hagas eso que es cochino", "si continúas haciéndote eso, te romperás y perderás la virginidad", "no hagas eso que es pecado", etc.; negándoles su derecho natural de ir reconociendo donde está su encuentro con el placer, tocándose primero antes que otro les toque!!
Pero lo natural ha sido olvidado y peor aún, ha sido manipulado para convertirlo en algo perverso a fin de negarle a los seres humanos y en especial, a las mujeres ese don gratuito y saludable del placer.
En su lugar, se adentran los miedos, los tabús y las falsas creencias que convierten a las mujeres en objetos a la espera de que el otro necesite su cuerpo para darle la medicina del alma. Mendigando un placer y un amor que se nos posibilita darnos a nosotras mismas y compartirlo con quienes se lo merezcan.
Rígidas y acorazadas, perdidas de la función orgánica y social de la sexualidad que sabiamente expone Calsida; caemos en el mercado del capitalismo deshumanizado que pretende salvarnos de lo que nos ha enfermado, para "devolvernos" en dosis pequeñas el amor propio y el placer de la gratuita sexualidad convertido en artilugios y vanidades según el sistema lo considere para lograr ser tan bellas, deseadas, amadas, pertinentes, reconocidas y saludables según el concepto que la sUciedad lo solicita.
Con nuestro cuerpo y psiquis alienada, alejada del placer; toda nuestra sexualidad es un malestar doloroso y aquejado (la menstruación, los partos, la lactancia...) dejan de ser un evento sexual y placentero para si mismas; y se convierte en una enfermedad que debe medicalizarse y ser salvada por los dioses de la intervención. El negocio esta servido!!
Una violencia invisible, sutilmente sublimada.
Darnos cuenta de las violencias invisibles que rodean la vida de mujeres (como de hombres) es un paso para ver, mas no para erradicar el mal trato. Solo el autoconocimiento, el amor propio y la dignificación de cada ser humano, haciéndose responsable de si y valiente frente a su propia historia podrá sacarlo del circulo de violencias que rodea su vida. Si no pasa esto, salimos simplemente de una para estar en otra. Un círculo que perpetuamos desde nuestra débil y fracturada dignidad. Gracias por seguir mis cavilaciones.
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LILIANA CASTRO MORATO
Psicología y Educación desde lo Perinatal
Consultoría, Proyectos, Acciones, Educación.
Móvil/Whatsapp: 3165430801
Bucaramanga, Colombia
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