EN EL DIA DEL PSICOLOGO Y LA PSICOLOGA EN COLOMBIA.
Un saludo cálido y afectuoso a quienes atentos siguen estas cavilaciones nacientes de una mente inquieta que cada día sueña más despierta, con un sentir amigo de la utopía desde el hacer de pequeñas e invisibles acciones que puedan dar paso a otra realidad, pues el presente es increiblemente devastador.
Y en ese presente devastador que papel tenemos los psicólogos y las psicólogas de hoy?
"Atender a los lunáticos de turno" , decía una profesora en mi tiempo universitario.
Hoy preciso, que lejos de "atenderlos" para hacer el tradicional psicodiagnostico que da paso a la nominal psicopatologia del manual estadístico estamos llamados a respetar el dolor humano preso en "cada luna"
Una "luna" que representa en muchas historias, el desamparo de una primera infancia y niñez no sostenida ni contenida por otros, quienes con "su luna" no tuvieron tampoco bajo sus pies el sentir de la grama de la confianza y el amor de si.
Cada día se menos de este saber llamado Psicología.
Pero he visto bien estar en quienes han podido ver, acercarse y tocar aquella "luna" con la que dormidos añoraban y despiertos olvidaban.
Pero he visto bien estar en quienes han podido ver, acercarse y tocar aquella "luna" con la que dormidos añoraban y despiertos olvidaban.
Algunos también han aceptado luego de verla, seguir tocándola solo en sus sueños; pues el dolor de su luz en su vida opaca es desgarrador.
Con mi "luna" a cuestas escribo esta metáfora cavilación, pues su luz me permite ver un poco que nos hace mucha falta a quienes ostentamos de atender "lunáticos" sabernos día y noche en oscuros caminos de inconsciencia, presos de teorías, técnicas y guias de abordaje que solo logran reconocer destellos de luz artificial en las vidas de quienes llegan a consulta.
Pero, quien soy yo, psicóloga y lunática, para escribir tan osado pensamiento y exponer que andamos muchos dando palos de ciego en las vidas ajenas mientras cobramos alta comisión por tan prestigiosa labor.
En una sociedad patriarcal donde el "sobre titulado" esconde tras sus diplomas "la propia luna" y se supone sabe más que el lunático quien con su luna a cuestas a plena luz del sol y una etiqueta psicopatológica si acaso puede salvarse del hospital mental de turno, la casa del buen reposo y la medicación.
Tan solo queda atreverme a invitar a quienes saben y tienen el poder de darle a la Psicología Colombiana el regalo de un "nuevo camino"; abrir un escenario de formación para psicólogos y psicólogas que nos proponga abrazar la luna el tiempo suficiente para que su luz nos acompañe sin miedos a declararnos dependientes de ella y disfrutarla el tiempo necesario para no vivir gran parte de la vida añorándola.
Un camino y un escenario formativo que nos conduzca a comprender el abordaje humano desde la perspectiva de la Psicología Perinatal que prevenga y proteja la salud emocional desde sus pilares fundamentales.
De seguro, un regalo como éste a la Psicología permitirá que existan menos "lunas" con diferentes etiquetas y sea una sola luna la que brille sobre nuestras relaciones humanas.
A los psicólogos y psicólogas que sin miedo puedan "ver su luna" y declararse "lunáticos" sin la ansiedad que genera no tener el summa cum laude, les auguró menos dinero, más satisfacción y la plena capacidad de ver y abordar el mundo en sus manos mientrás la luna les acompaña e ilumina.
Pero, quien soy yo, psicóloga y lunática, para escribir tan osado pensamiento y exponer que andamos muchos dando palos de ciego en las vidas ajenas mientras cobramos alta comisión por tan prestigiosa labor.
En una sociedad patriarcal donde el "sobre titulado" esconde tras sus diplomas "la propia luna" y se supone sabe más que el lunático quien con su luna a cuestas a plena luz del sol y una etiqueta psicopatológica si acaso puede salvarse del hospital mental de turno, la casa del buen reposo y la medicación.
Tan solo queda atreverme a invitar a quienes saben y tienen el poder de darle a la Psicología Colombiana el regalo de un "nuevo camino"; abrir un escenario de formación para psicólogos y psicólogas que nos proponga abrazar la luna el tiempo suficiente para que su luz nos acompañe sin miedos a declararnos dependientes de ella y disfrutarla el tiempo necesario para no vivir gran parte de la vida añorándola.
Un camino y un escenario formativo que nos conduzca a comprender el abordaje humano desde la perspectiva de la Psicología Perinatal que prevenga y proteja la salud emocional desde sus pilares fundamentales.
De seguro, un regalo como éste a la Psicología permitirá que existan menos "lunas" con diferentes etiquetas y sea una sola luna la que brille sobre nuestras relaciones humanas.
A los psicólogos y psicólogas que sin miedo puedan "ver su luna" y declararse "lunáticos" sin la ansiedad que genera no tener el summa cum laude, les auguró menos dinero, más satisfacción y la plena capacidad de ver y abordar el mundo en sus manos mientrás la luna les acompaña e ilumina.
Feliz Dia del Psicólogo y la Psicóloga Colombiana
Att. Psicóloga y Lunática