Muy contraria a muchos por ahí que se aislan, dejan de compartir, disfrutar de la compañía y las vinculaciones por estar literalmente pegados, absortos y embebidos de quien le manda un beso o abrazo virtual desperdiciando los besos y abrazos de quienes le rodean.
Ayer para mi tristeza, tropecé o peor, mi pequeño Santiago tropezó con una hermosa joven en el Centro Comercial que absorta con su celular de última tecnología con Facebook / Messenger incluido lo tumbó estrepitosamente al suelo dejando un "huevito rojo" en su frente.
Afortunadamente para Santiago el golpe no fue mayor, sin embargo, no faltaba la cavilación al respecto, unirme a la campaña de Inteligencia Vial del Fondo de Prevención Vial e invitarnos a minimizar con los más pequeños entretenimientos virtuales y permitir juegos con sus pares y con nosotros desde temprana edad. No esta de más escribir que el ejemplo que damos aporta en la construcción de mejores hábitos de convivencia familiar y ciudadana.
Y con los mayorcitos de 10 años, dialogo y confrontación afectuosa pero clara con la realidad y sus responsabilidades frente a ella. Hoy caminan con el celular, mañana conducen y laboran exponiendo sus vidas y la vida de otros seres humanos. Dos investigaciones han concluido que caminar por la calle hablando con el celular es tan riesgoso como manejar con él.
Es necesaria y urgente una mejor manera de amar y educar.
3 comentarios:
Las tecnologias nos aislan demasiado del mundo real...
Buen fin de semana!
Me temo que es una guerra perdida.
Vamos de pantalla en pantalla.
El mundo que se toca es un intermedio más o menos largo hasta la siguiente pantalla.
Besos.
Yo creo que el problema no es tanto la tecnología, sino el "culto a la inmediatez". Cuando recibimos un mensaje, no podemos esperar para leerlo y contestarlo, así estemos manejando, charlando, trabajando, o haciendo cualquier otra cosa.
No debemos privar a los chicos de la tecnología. Más bien debemos inculcarles la virtud de la paciencia, enseñándoles a vivir y disfrutar cada momento, evitando entrar en la espiral que nos hace vivir cada vez más acelerados.
Yo por ejemplo, rara vez contesto el celular...
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