Digo "probable" porque en la mayoria de los casos esa aceptación del nuevo ser es relativa, y creo esta supeditada directamente a la aceptación y valoración propia. A las vivencias de aceptación, valía y elaboración de sentimientos de dolor, ansiedad y angustia de nuestra historia especialmente nuestra historia infantil y sucesos significativos en nuestro caminar.
Todo ello, permitira que la experiencia maternal / paternal desde el principio (útero) se perciba como placentera o mayormente displacentera e intolerable. Se magnifican las sensaciones normales y se convierta o no en un calvario la etapa gestacional.
Todo ello, hará parte del tipo de vinculación que el hombre y la mujer ( padre - madre )desarrollen con su recién nacido, permite la puesta en marcha de un estilo de relación que a la vez es trasmitido al bebé e impregna su desarrollo emocional y su manera de aprehender. Es toda una espiral de vinculaciones!!
Una madre tranquila, confiada en si misma por tanto será de seguro una excelente "plataforma" para la estabilidad de comportamiento del pequeño ser. Una madre angustiada, insegura, desorientada transmitirá desasosiego e incertidumbre ante la busqueda de satisfacción de las necesidades fisicas y emocionales del bebé; e impregnará el desarrollo emocional del mismo. En este punto, la lactancia, los primeros mordiscos, el todo lo tira para que lo recoga, el control de esfinteres, el egocentrismo infantil normal, etc. serán un verdadero caos.
SIN LAS PRECISAS PRUEBAS NEUROFISIOLOGICAS Y GENETICAS que suponen el aval de un trastorno de conducta u otro que se supone de origen neurofisiológico o genético. Podríamos decir que es aquí donde se gestan algunas conductas disruptivas que hoy por hoy son catalogadas como trastornos y enfermedades psiquiatricas.
El inadecuado sostenimiento emocional brindado por los adultos significativos del menor (primero la madre y luego la figura paterna y otros), la falta de certeza de amor y aceptación por encima de los errores y conductas llamadas inadecuadas en los menores; queda IMPREGNADO en el temperamento del niño/a para toda su vida.
...aunque al acercamiento nuevamente caen en la oposición, el desgano, la rebeldia, la dureza, el yo no quiero, etc.
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2 comentarios:
La primera imagen me ha impactado, no la había visto nunca, el piecesito dibujandose en la barriga de su madre.
Es una gran responsabilidad el engendrar un bebe, porque no son tan solo esos meses,sino casi toda la vida...me ha gustado tu post, aunque yo ya este fuera de ese ambito de volver a engendrar...un besote preciosa, lo haces muy bien
Totalmente de acuerdo.
Y todo se resumen en un refrán: "No hay peor ciego que el que no quiere ver"...
... pues a la mayoría de estos ciegos, trágicamente, les arrancaron los ojos.
Muy buen resumen, Liliana.
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