Llego el mes de Diciembre y las Luces de colores llegan para adornar calles que quizás han permanecido oscuras, sin ningún esplendor los otros meses del año.
Calles contaminadas, llenas de huecos, donde la gente como zombi transita día a día sin siquiera "verse" y saludarse sin parecer robots: "buenos días, como está, bien, si ..usted...".
Calles contaminadas, llenas de huecos, donde la gente como zombi transita día a día sin siquiera "verse" y saludarse sin parecer robots: "buenos días, como está, bien, si ..usted...".
Ahora, bajo el pretexto navideño y las tradiciones religiosas se solapa la vida muerta y sin sentido, en una euforia que en definitiva, no sacia no llena no revive nada.
Y cuando pasa... deja tristeza, melancolía, culpa y soledad. Sentimientos que transitan en cada calle la mayoría de días del año.
Si la navidad significa nacimiento, buenas nuevas... éstas deben surgir del interior y permanecer.
Una luz que vivifique cada día nuestra persona y nuestra relación con los demás, una luz que podemos llamar DIGNIDAD.
Es ésta luz la que permite tener el goce de dar y recibir. Un goce que nos acompaña todo el año e ilumina nuestra casa.
Los rostros de nuestros niños y niñas resplandecerán cada día por el discurso que sale de nuestra boca emanado de un corazón sano y no sólo se verá la sonrisa momentánea que se ve cada 24 de diciembre al destapar una dádiva material que no quita la sed de amor que muchos necesitan.
El juguete entretiene un momento y queda luego relegado cuando su efecto placebo finaliza. Para dar paso a otra solicitud ..."yo quiero, dame..." pero ciegos, sordos no entendemos que no hubo Navidad. En la solicitud del infante subyace la misma demanda: la necesidad de afecto y vinculación.
Igual una gran mayoría de adultos se sumergen en baile, comida y licor embriagando sus dolores para no sentirlos y como en época de carnaval se disfraza con luces y adornos la agonía de vivir. Escribía hace poco el Dr. Jaume Cañellas Galindo: "cuando mayor es nuestra máscara menor es nuestra autenticidad"
Liliana Castro Morato
Psicóloga, Educadora, Acompañante Perinatal - Doula, Consejera en Lactancia Materna
Servicios Profesionales para la Salud Primal y el Bienestar Humano
Página web: http://saludprimalybienesta.wix.com/servicios
Contacto: 3007253852 Bucaramanga, Colombia.
3 comentarios:
Hola Liliana, me gusta tu blog pero cuando he leido tu perfil y he visto que tus inquietudes eran tan similares a las mias !me has dejado cavilando!
Saludos.
Tus palabras son muy fuertes pero no puedo negar la verdad de su contenido, de nosotros queda marcar una pequeña pero gran diferencia para que ese nacimiento perdure todo el año sin la necesidad de recurrir al "nada como un depresivo para olvidar la tristesa", que pena y a la vez que alegria que se pueda salir poco a poco de esa miseria que nosotros mismo hemos fomentado, un abrazo Lily.
Como dice el dicho: cada quien se arma su propio ambiente. Yo uso la navidad para reflexionar en lo que he hecho en el año. A veces reflexiono tanto, que me olvido de las fiestas y hasta me acuesto temprano un 31.
Eso si, es triste ese significado mercantilista que tiene la navidad. Parece que la fiesta fuera mas una celebración dedicada al capitalismo que una fiesta religiosa de paz y amor. Eso si no me gusta
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