Sin lugar a dudas la vida es dinámica. Ningún momento en ella es idénticamente igual aunque nuestra apercepción nos hace sentir en ocasiones que lo sea.
Este es entonces, el punto de la cavilación:
¿Cuál es el hilo conductor de nuestros pensamientos y sentimientos sobre lo vivido?
¿Está nuestro hilo hecho de diamante, platino, oro, plata o bronce?
¿qué nos sostiene en las vicisitudes de la vida?
No hay comentarios:
Publicar un comentario