Este post ha sido construido a pedazos y no por falta de deseo, sino por que amerita detenerme un poco en un cercano momento de mi historia que si bien ahora considero me brindó nuevas miradas y forjó nuevos caminos, en su momento me causó mucha tristeza y dolor.
He pensado mucho en ti Janeth Ivimas en lo que estás viviendo, momentos que remueven la sombra y estremecen el alma; momentos que nos recuerdan lo finito que somos pero también nos hace encontrar la valentía y el coraje que tenemos dentro para renacer.
Comparto contigo especialmente un trozo de mi vida:
Luego de mi último embarazo no solo cargaba un precioso bebé en brazos "mi resplandor" sino muchos kilos de más que luego de 3 meses del nacimiento de mi hijo y al inclinarme para tomarlo de la cama me costaron la pierna derecha de manera inesperada.
Mi rotula derecha cedió y subitamente caí al piso con "mi resplandor" en brazos, sin consciencia inicial de lo que me acontecía intenté levantarme sin éxito, revisaba mi bebé llorando de susto y traté de calmarlo, y por último vi mi pierna deformada bajo el legis de color negro que traia puesto.
Sola pues mi esposo se hallaba jugando con los niños en el parque, empece a llamar y luego a gritar con angustia. "Resplandor" no sabía que acontecia y solo atine a sacar mi teta para amamantarle y calmarlo mientras del otro lado un vecino del lugar me preguntaba ¿señora que le ha pasado?
Su auxilio fue rápido y en pocos minutos estaba rodeada de mi familia. Tomaron a mi bebé y llamaron a la ambulancia. Resumo que una maniobra mecánica de los paramédicos con mucho dolor incluyeron mis huesos deformes. Sin entender mucho entré y salí de la clinica vendada y caminando. Era de noche... Ahora me parece increible.
En la madrugada al responder a la demanda para amamantar de mi hijo y al bajar la pierna de mi cama: Susto!!! Otra vez he sentido cómo mi pierna desencajaba, otra vez para la clinica y de allí sin más que una radiografía salí enyesada.
Enyesada y angustiada por mi bebé estaba. La historia de mi maternidad y mi empoderamiento natural ya no aceptaba ninguna separación. Irritable, incomoda, impedida, enmuletada y en pleno puerperio, amamantando tuve dos meses con un yeso que no respondia mis preguntas ni mis sensaciones pues bajo él sentía que aun la pierna se desencajaba!!!
Los médicos no creían y mi esposo me miraba, su paciencia y cariño me acompañaban. Pero mi humor cada día se ponia espeso. Solo el oasis de la fusión con mi bebé orientaba mi sentido en ese momento.
Tras la insistencia de expresar que algo estaba mal y que ese yeso no estaba haciendo nada, desestimando la opinión del profesional que me asistía fuimos a ver a otro profesional luego de dos meses!!
Mi sensación tenía una explicación. La resonancia mostró como todos los músculos estaban ilustrativamente "sueltos", "encojidos hacia la cadera derecha", mi pierna habia perdido dos meses de real recuperación... iría a cirujia y reconstrucción total: cuadriceps, tendones, injerto, meniscos, ligamentos..... ay no lo podria creer!! y mi bebé ya de 5 meses, amamantado más no porteado por mi.... Todo lo hacia amorosamente mi esposo, cuidador y comprometido con su rol... pero yo en una incapacidad interior, de mirada finita y llena de frustración.
Benditas Madres de Leche |
Recuerdo que para la operación y dado la cantidad de morfina administrada, mi hermana fue mamá de leche de mi hijo. Los que me rodearon en ese momento sostuvieron mis 3 hijos.... y para resumir, fueron un poco más de 15 meses de recuperación que trajeron a mi vida nuevas miradas, nuevos encuentros, nuevas decisiones, nuevos caminos.
Quizás Querida Janeth y esto fue en mi caso, la oportunidad para detenerme en serio, tomar decisiones, replantear caminos. Vamos tan hiperactivas en la vida que momentos tan tristes y dolorosos como éstos nos permiten aquietar e intimar con nosotras mismas.
En ese tiempo escribí más, leí más, se gestaron ideas y se gestaron proyectos que luego nacieron. Aprendí a contemplar y deleitarme en la quietud y no en el movimiento. Desaprendí otras tantas cosas que se adhieren en los afanes de la vida...
Todo pasa querida amiga y tu tienes los recursos.
No se puede negar la tristeza de los días y la ansiedad de no vernos activas y respondiendo a nuestros críos como lo hacemos cotidianamente.
Pero mira, en mi caso se forjaron vinculos mucho más especiales con papá, abuelas, tías; se cultivó un sentimiento de amor solidario en el corazón de mis hijos, se aprendió a disfrutar el recibir como el dar y el egocentrismo se tomo su tiempo para repensarse.
Este día internacional de la Mujer nos trae maravillosos retos y luchas. Las luchas interiores y el empoderamiento de las emociones. Todo fluye... y tu fluirás aguerrida y valiente.
Todas las mujeres tenemos ese bello don de renacer.
Te abrazo, Liliana.
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