miércoles, 2 de junio de 2010

"EL DESEO DE COSAS MATERIALES"

"...se parece a caperucita, esta sola, aburrida, no tiene amigos, parece que la rechazaron o quizás los papás están trabajando o simplemente no están; si por lo menos tuviera un ipod, un psp, un nintendo dsi, o el internet no se aburriría tanto, ella quisiera ser rica para tener todo eso y más, así no se aburriría..." (Chucho, menor de 9 años).


Cuando se adquiere habilidad para interpretar el discurso de los niños, niñas, adolescentes  y/o adultos, es probable que el psicólogo clínico no use ninguna prueba psicológica que explore los deseos, necesidades, pensamientos y dinamismos inconscientes, no obstante, algunas técnicas de evaluación psicológica son prácticas y permiten que como un juego se explore lo que siente el niño o la niña, como apercibe el mundo y sus vinculaciones con éste. En el anterior párrafo vemos la respuesta de Chucho al mirar la lámina que acompaña este post.


Llama la atención que escucho con mucha frecuencia en los niños y niñas dos aspectos a los que me quiero referir en esta entrada: " el deseo de cosas materiales" y "el aburrimiento".


Ambos considero encierran una significativa necesidad de afecto, necesidad de incorporar a esa persona importante y no dejarla ir, como quien teniendo cosas, asegura la compañía y minimiza el temor que genera la soledad, el abandono o la pérdida. Al no encontrar el afecto, la compañía, la calidez de un vínculo en el objeto adquirido ; el infante con certeza querrá otro objeto material y así sucesivamente se incrementa la demanda y solicitud de objetos materiales para "satisfacer" ese vacío.


Vemos como los menores hoy demandan constantemente a los progenitores porque les compren una u otra cosa, y en muchas ocasiones no han disfrutado su nueva adquisición, ¡cuando plantean la compra de otra!


El cuestionamiento es para el padre, la madre o sus significantes en la vida del menor. El niño o niña lo que quiere es tu compañía, tu afecto, tu sosten, y no parará de demandar cosas materiales hasta que ese vacío afectivo sea saciado.


El aburrimiento es otro de esos gritos de auxilio afectivo. No seamos tan ciegos e incomprensivos, jugar contigo (papá - mamá) es la mejor forma de pasar el tiempo libre.


Revisa ahora Cavilante, la compulsión por comprar y el consumismo que domina nuestra sociedad. Simple y ciertamente necesidades afectivas que son manipuladas sabiamente por los dueños del mundo.

1 comentario:

JLC dijo...

¡Totalmente de acuerdo!

Así comienza el apego a los objetos (y una de sus variantes: las adicciones). Etc.

Cuando no logramos disfrutar con lo vivo, nos alimentamos de lo MUERTO. Los objetos son material inerte. Así millones de desdichados seres humanos se "necrosan", se convierten en lo que comen.

Me encanta tu blog, Liliana.