Es verdad, la oxitocina es una hormona y neurotransmisor maravilloso; bien lo ha expuesto Michel Odent en su libro La Cientificación del amor y en El Nacimiento en la Era de Plástico: una mujer que acaba de parir fisiológica y naturalmente (no ubico aquí los partos de la actualidad donde esta oxitocina natural se esconde dado el mal trato institucional y el intervencionismo) está impregnada de oxitocina, lo que ayuda a favorecer vinculaciones protectoras.
Aún así, no es la hormona en si misma la que nos induce a expresar el amor evidenciado en la atención y cuidado de los hijos/as al nacer (sostener, amamantar, responder a sus demandas, etc.) y durante su primera infancia +++
Más allá de la oxitocina (cuyo valor es altamente estimado), los vínculos afectivos requieren valentía y consciencia para su fluir libre y sobre todo, saludable para sus protagonistas.
Cuando un hombre y una mujer nacen padre y madre, especialmente la madre coloca a prueba de manera súbita y en alta demanda todos sus recursos psíquicos.
De ahí que la oxitocina y otros neurotransmisores no podrán por si mismos contener la historia de vida de la madre y transformarla en apego y amor por simple reacción hormonal o bioquímica.... el hacer de la paternidad y la maternidad no es tan sencillo. Bajo este rol yace un complejo psicodinámico que como una falla geológica, metáfora de la vida humana; se mueve permanentemente pero en este momento crucial: tiembla!!
Tal comprensión psicodinámica es única para cada mujer que nace madre.
Me parece muy importante por ello, como lo escribí en una cavilación tiempo atrás; más alla de los baby shower es ineludible preparar la casa emocional que sostendrá a un nuevo ser que se gesta, pare y nace; y como dice Boris Cyrulnik no escapará de la historia de vida de sus progenitores.
Por estos días, tras la triste noticia del bebé en Lorica, Cordoba cuya madre expone que su bebé de 5 meses camina, se esconde, ríe a carcajadas mientras incendia su casa y alude supuesta "posesión demoniaca"... concluyo esta entrada cavilando sobre la importancia de sostener emocionalmente a las gestantes y mujeres en puerperio.
Continuar sembrando en pro de la salud emocional, en pro de gestaciones conscientes, deseadas, gozosas y aceptadas. Favorecer sin disculpas partos amorosos, respetados y dignos (yo ya firmé y tu?) ; sostener a madres y a niñxs en su primera infancia.
La maternidad remueve tantas sombras y demonios que cuando no somos capaces de verlos y mirarles a la cara para renombrarlos; huimos o "endemoniamos" a los niños y las niñas.
Desde mi rincón de cavilaciones en Floridablanca y mi ocupación como Psicóloga en SERVICIOS PROFESIONALES PARA LA SALUD PRIMAL Y EL BIENESTAR HUMANO, sumo mi grano de acción por ello.