La conexión intrauterina y su impacto en la emocionalidad de una persona es una realidad, quizás no existan mayores evidencias científicas al respecto, sin embargo la exploración longitudinal de la vida de un individuo brinda indicios sobre el impacto del rechazo o la aceptación; del amor, el odio o la ambivalencia experimentada por la madre frente a la concepción y desarrollo gestacional de su bebé.
Ahora expondré EL CASO DE JOB:Niño de 10 años a quien llamaré Job fue producto de una relación ya finalizada conflictivamente. Luis y Sara mantuvieron un noviazgo de cuatro años en donde el irrespeto, la infidelidad y la agresión predominó en la relación. Luego de haberla terminado, una situación esporádica y emotiva generó un encuentro sexual que Luis comentó a su compañera sentimental del momento y ambos se burlaron abiertamente de Sara. Esta mujer deprimida y herida en su amor propio ya menoscabado, decidió cerrar éste capítulo de su vida; sin embargo, el embarazo de Job se abrió paso en medio de su dolor y resentimiento. Durante el primer trimestre gestacional Sara rechazó y odio el producto de este encuentro sexual, descargando en su bebé todo el resentimiento que sentía hacia su progenitor. Luego de ver a su hijo en el vientre mediante ecografía sus sentimientos fueron paulatinamente cambiando, sin embargo, su estado de salud se complicó llegando a desembarazarse por razones médicas a los 7 meses.
Job nació con complicaciones de salud, ansioso y no pudo ser lactado sino luego de 11 dias de nacido. El ambiente que lo recibió no fue mejor que sus 7 meses en el vientre materno. Sondas, inyecciones y una incubadora fueron sus primeros contactos con el mundo exterior. Sara no menos ansiosa que él, sufrió una crisis emocional y se culpaba frecuentemente. La relación madre e hijo fue desarrollándose entre ambivalencias y sobreprotección los tres primeros años del menor. Job de ceño fruncido, no tuvo ninguna relación con su padre biológico quien no se responsabilizó y se comprometió con su cuidado, crianza y formación.
Sara ingresó a psicoterapia, ha avanzado paulatinamente frente a sus necesidades neuróticas y sus conflictos. Ella aceptó que debía iniciar un camino hacia el autoconocimiento y la madurez emocional para así poder apoyar a su hijo, años más tarde contrajo matrimonio y tiene otro hijo que brindó una experiencia diferente y enriquecedora para su vida.
Job presentó síntomas depresivos, las dificultades en su adaptación han sido progresivamente superadas, en la actualidad le han diagnosticado TDAH. Sin embargo, gracias a la fuente del Amor: DIOS; a la disposición de cambio y aprendizaje de su madre, al ambiente proveedor de afecto y seguridad dentro de su grupo familiar - padre, madre, hermano - , Job ahora sonríe, su mirada es diferente, socializa con más facilidad, tolera más la frustración, es un niño talentoso, amante de la música y el deporte, y lo más importante se siente AMADO Y PERTENECIDO. Aún así Job y su familia continúan trabajando en psicoterapia por el bienestar común.
Esta exposición es un ejemplo que ilustra la conexión intrauterina, la importancia de la vinculación madre hijo, la importancia de un ambiente sostenedor que ayude a consolidar en el infante una valía, una seguridad y una estructura psíquica consolidada y cohesionada.
En todos los artículos de Nido de Amor he querido mostrarles a ustedes madres, futuras madres, padres, futuros padres lo importante de su rol en la salud mental de un individuo y de la sociedad. Ahora bien, toda dificultad puede ser superada y elaborada, lo importante es abrir paso al autoconocimiento y la aceptación de los sentimientos propios por duros qué estos parecieran. Si es necesario el apoyo terapeútico adelante! Y estar bajo la cobertura del Altísimo en todo momento.
Un abrazo desde mi nido de amor.
Siguiendo el Blogg de JLC y ahora el tuyo Lily me doy cuenta de lo importante que es el rol de la madre y el padre, en ese orden, en la formacion de los hijos, especialmente la emocional, me gustaria comentarte tantas cosas, es serio es tan reconfortante saber que existe una salida a este infierno que hemos formado, ¡es facil si tratas! diria Jhon, que estes bien, un abrazo...
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Y podemos hablarlo claro que sí, Escribeme en el Libro de visitas. Recibo tu abrazo afectuoso, bellas tus niñas.
ResponderEliminarQué maravilla. Yo leo ahora a Casilda Rodrigañez y siento tanta emoción, tanto gozo por haber llegado a comprender cuál es la esencia verdadera de la vida!!! Y que la respuesta sea lo que siempre intuimos: ¡el amor!
ResponderEliminarUn abrazo, Liliana!