"Me siento viva gracias a que llevo dentro una niña curiosa que brinca y lee el mundo constantemente;
a pesar de mi cuerpo ya pesado por el desdén de algunos tiempos, mi alma infantil permanece dentro y se descubre hiperactiva delante de mi.
A esa niña siempre le agradezco el levantarme llena de optimismo.
La cuido día a día desde nuestro re-encuentro, leyéndole un cuento de la colección. Aquella que he hice pensando en mis hijos, ahora creo que también en mi.
Escucho sus espontáneas necesidades para dedicar un tiempo consciente a ellas. Ahora quiere volver a bailar y trabajo en su deseo.
A pesar del ruido acumulado por los años, ahora logro escucharle más atentamente conciliando sus demandas, mis pendientes con la realidad adulta que he asumido, más lejos de cargas y deberes, con su compañia todo se ilumina de gozo y placer.
Ella jamás escucho los presagios de vecinas y las miradas de los incrédulos. Sostenida en la mirada amorosa de la abuela Cande y reflexiva ante el esfuerzo de mamá, leía los libros que le tocaba y se deleitaba con los libros que le gustaban...
De piernas largas y juguetona no hubo hazaña que no logrará, trepó árboles con sus amigas como unas verdaderas "Angeles de charlie", patinaba pendientes empinadas, exploraba fincas, se burlaba de los mitos en semana santa y se enfermaba en los días de misa cuando por su estatura tenía que cargar estatuas...
Rebelde natural, argumentativa con papá y mamá, discutía e imponía sin tener "edad"; no hubo diagnóstico en aquel tiempo pues ni al odontólogo facilmente me podían llevar.
La lectura y la escritura fueron complices constantes de que jamás se ahogará ni fuera totalmente apresada.
Gracias mi niña por acompañarme aún luego de los años, hago una oda de amor hacia ti. Ahora que te escucho con más claridad me enseñas a vivir y no a sobrevivir.."
Ser madre, más allá de la idealización de ser mujer por ello; cosa que es equívoca, pues las mujeres -como los hombres - parimos diversos frutos en diversos escenarios de la vida debe ser una elección consciente y clara para que como cualquier ocupación no sea una carga pesada sino una entrega consciente y el compartir deseado para la cotidianidad irreversible de la vida.
Y me detengo en el término usado "cotidianidad irreversible de la vida" pues en otras ocupaciones es posible decidir dejar de ser y transitar a otro escenario laboral. La empresa logrará reemplazarte sin males ni remedios. Pero al decidir ser madre - y padre - no hay marcha atrás, la huella dejada en el otro ser es imborrable. En esta "empresa" podrá haber otro cuidador, aún más competente que tu, u otros se sumarán al sello de bienestar o malestar que apresará la vida de otro ser humano: tu hijo/a.
Sagrada Familia. Obra de Miguel Ángel Guerra López.
Por tanto, lejos de haber convertido a la maternidad en algo "sagrado" para con ello someter, dominar y alienar a las mujeres como al parecer entienden algunos grupos feministas. Considero que se le ha dado a la maternidad el "peso como carga" más no los argumentos naturales, sexuales, intransferibles de gozo, bien estar, placer, sentido para la mujer y en consecuencia para los hijos e hijas que nacen y se crian en medio de faldas (y pantalones), y en consecuencia para el beneficio de toda una sociedad.
Ha sido la maternidad entonces, un As poderoso del patriarcado mismo, que la ha tenido de obstáculo y de involución.
Si bien es cierto, como expuse al principio de este post y en mi anterior cavilación, las mujeres - como los hombres - podemos "dar a luz" muchos y diversos frutos; la elección y decisión consciente y clara de parir hijos e hijas conlleva un precio especial: pasar del egocentrismo propio de la etapa infantil a la posibilidad madura de compartir con el otro - en este caso los hijos e hijas - de la cosecha y el bienestar adquirido en los años de crecimiento.
Que precioso se lee y cuán díficil es hacer esto realidad. Pues la cotidianidad esta llena de historias de mujeres -y hombres- que se hicieron madres y padres sin saber los costos de esta ocupación.
Con el egocentrismo infantil a cuestas "toco" parir con trauma y dolor, amamantar y trasnochar, dejar de hacer lo que llenaba días y noches, dividir lo propio con alguien que por deber y moral habría que hacerlo. Además seguir trabajando y no dejar de "ser" la profesional que con el esfuerzo y los logros de las feministas de la generación de Florence Thomas y de la propia madre se levantó con títulos y menciones. Pero rodeadas del mismo machismo cultivado en las crianzas de las mujeres mismas que han privilegiado a los varones de ausentarse en tareas domésticas y el cuidado de los pequeños y que espera el cuerpo "perfecto" de la mujer con todos sus servicios. Además de ello, sin políticas públicas contundentes que rodeen las condiciones exclusivas de ser mujeres.
La "todera" perfecta y además sexy
De esta manera con rabias y frustraciones internas, sueños truncados y una constante invasión y manipulación ambiental de ideales de belleza, felicidad y calidad de vida; la maternidad se convierte en la peor ocupación del mundo, la más pesada, aquella que "quita y quita" ...pues, los hijos e hijas que has parido y criado cada día "aburridos" te exigen más cosas materiales que terminan por desgastar tu economía como tus ganas de vivir: un circulo de padres y madres - hijos e hijas patriarcales- pariendo y criando más seres humanos patriarcales para este mundo preso del capitalismo y el consumismo desmedido. ¡Que buen negocio!
No es cualquier precio. Es un alto precio y no hay egocentrismo que aguante. Solo la luz del autoconocimiento nos puede hacer libres de esta elección pesada para hacerla, si es nuestro deseo, en una entrega gozosa y consciente.
Bajo esta mirada entiendo la maternidad como una involución y no solo para la mujer sino para todos como sociedad. Pues esta apresa a los niños y niñas que somos todos de desamparo y desatención desde su nacimiento. Una involución que cimenta la estructura patriarcal y nos convierte en sus mejores clientes de por vida.
Pasar de la maternidad ( y la paternidad) como destino y carga, a una Maternidad (Paternidad) como elección gozosa y entrega consciente es el gran reto que creo debe ser el empeño y tema prioritario de la educación sexual.
Lejos de satanizar y desnaturalizar estos roles imprescindibles, núcleo del malestar o bienestar humano. Debemos como colectivo en las diferentes áreas de acción de formación: familia, escuela, contexto formativo preparar a niños, niñas y adolescentes para tomar esta decisión fundamental: ser padres, madres o no.
Restaurar las vinculaciones afectivas teñidas de patriarcado desde el parto, el nacimiento, la crianza y la educación debe ser un eje prioritario de todos en todos los escenarios. Desde este punto podemos detener la involución con todos sus matizes y reflejos. Pues no hay ninguna ocupación ni rol más poderoso para transformar la sociedad, que la OCUPACION DE SER MADRE Y PADRE CON CONSCIENCIA.
He leído con calma varias veces el artículo de Florence Thomas publicado por El Tiempo. Com y que ella titula: ¿La maternidad a cualquier precio? y presa de mi derecho a exponer ideas a nombre propio, pues no podría generalizar mi sentir como mujer al de todas como al parecer toman voces las feministas, me dispongo a organizar la cavilación que me apresa luego de tal lectura resaltando frases en negrilla de la producción de Florence Thomas en el artículo mencionado:
La maternidad no define la feminidad y mostrar ello, debe ser un tema prioritario de educación sexual. Una afirmación tan patriarcal como lo que supuestamente pretenden revocar las feministas de vieja data, pues precisamente la educación sexual promotora de derechos sexuales y reproductivos debe informar para que libre, consciente y autónomamente cada mujer (y hombre) decida sobre su cuerpo.
Y es la maternidad (como la paternidad) parte de la sexualidad femenina ( y masculina) que libre, gozosa y autónoma abre camino en seres humanos bien informados y empoderados lejos de matices polarizados de un lado u otro.
Aceptando úteros y falos con el placer que ellos producen y en su funcionalidad completa si así se quiere, con mayor consciencia y sin idealismos como repetidamente he escrito en este blog.
Y es que hay mujeres que se gozan como madres y eso es una elección que no puede ser tampoco teñida de ataques feministas ni puede ser ocultado ni negado. Otras no desean serlo, viva la libertad!
Y no es cosa de ser "buenas madres" que debiera llenarnos de orgullo si gestamos, parimos y criamos un mundo más equitativo.
Es cosa de ser libres: informarse, empoderarse, repensarse, elegir y vivir la sexualidad que incluye en las mujeres que así lo desean, ser madres en plenitud y sin censura de las propias mujeres que se convierten en patriarcas y jueces con faldas de su mismo género.
Involución silenciosa. Si bien las feministas han logrado a favor de todas, avanzar en aspectos sociales y laborales a favor de la mujer, sin aún lograr en muchos contextos la anhelada equidad de género.
Me he preguntado muchas veces por qué en temas que le son propios a las mujeres, que tienen que ver con sus procesos exclusivos sexuales femeninos como amamantar y parir no han levantado bandera alguna?
¿Llevan acaso el patriarcado impreso en su psiquis y en su cuerpo que duele verse plenas, orgásmicas y gozosas entregando de sí leche y vida?
¿La represión de la sexualidad como expone Calsida Rodrigañez ha satanizado sus tetas y sus úteros poniéndose al servicio del patriarcado mismo contra el que luchan, invisibilizando que en esa función - de libre albedrio - se gesta, se pare y se cría el mundo antipatriarcal que tanto desean?
¿Es involucionar gozarse a plenitud el rol de madre si así se desea y es evolucionar no serlo para ponernos a tope a ocupar roles productivos al servicio de los dueños del poder?
¿Es involucionar quedarse en casa conscientemente al cuidado de los hijos/as en la primera infancia y es evolucionar no amamantar, llevarlos a guarderías tempranamente, secar rápido tetas y úteros que destilan para irse a producir para llenar las bolsas del capitalismo y el consumismo compulsivo que nos apresa?
Para mi, como mujer, madre y profesional, la revolución feminista que anhelo es la que respete los roles que cada mujer desee ocupar de manera libre, consciente y empoderada. Al tiempo que sea respaldada por los grupos de mujeres en general.
Que se concilie la maternidad con el trabajo, sin que el uno excluya al otro para la que quiera. Pues es innegable que las que parimos deseando hijos también sufrimos al dejarlos en casa tan pequeños a costa de nuestros roles ocupacionales que desconocen como palpitan las tetas y como gime el corazón tras el teléfono al preguntarle a la empleada doméstica o al marido si éste comparte el cuidado: ¿Cómo está nuestro bebé?
Debe ser una lucha feminista lograr políticas públicas de respeto a las que se hacen madres por deseo o aceptación. Por licencias de maternidad más dignas, por partos libres y respetados. Debe ser una lucha feminista conciliar los derechos de las mujeres con los derechos de los recién nacidos. Por mayor implicación de padres en el cuidado de los hijos/as desde la educación, etc.
El deseo de ser madre no se debe coartar. Escucho con frecuencia la frase "si te vuelves madre lo pierdes todo" como si fuese un pecado en estos tiempos. Debemos centrar esfuerzos por educar sin idealizaciones promoviendo la sexualidad responsable, libre de tabúes y el marketing de miedo.
En algo me acerco al pensamiento de Florence Thomas y es que ser padre y ser madre tiene un precio.
Pero para mi entender, el precio de ser padre y madre es dejar el egocentrismo a un lado para darse por muchos años a un nuevo ser dependiente de cuidados y atención. Y para ello es necesario que todos y todas reconozcamos cuáles son las necesidades psicobiológicas de los recién nacidos. Esto si tiene sentido. Generar CUIDADANIA DESDE LAS AULAS tanto en hombres como en mujeres.
Si decides ser madre y padre debes estar lo suficientemente maduro por dentro y haber cuidado primero de ti para dar ahora a tu fruto. Y si no estás listo, toda prevención coherente y responsable es necesaria para prevenir abortos como anticoncepción.
Es un as patriarcal estructural la represión de la sexualidad femenina y la desvalorización de la maternidad, con ello queda presa y vulnerable la humanidad por la herida del abandono, el miedo, el desamor y la búsqueda constante de aceptación.
Sobre las mujeres que roban bebes considero que no es el deseo de ser madres a cualquier precio y todo ese discurso contra la maternidad y la exclusión de esta parte de la sexualidad femenina la que debe iluminar tal comprensión.
Quienes roban bebés, etc... son seres humanos que temen ser abandonados o rechazados y buscan aceptación, reconocimiento, valía y atención ... esa precisa atención que les robo el patriarcado al secuestrar a su cuidadora principal: la madre y le privo del afecto seguro en la primera infancia.
Ay feminismo como dueles! Ay feminismo como te autoengañas! Quien pelea contra su útero está más cerca del patriarcado que lejos de él.
Liliana Castro Morato
Psicóloga en Servicios Profesionales para la Salud Primal y el Bienestar Humano
Barbara Katz escribe con sabiduria en su página que: "El nacimiento no se trata solo de traer bebes al mundo. El nacimiento se trata de hacer a las futuras madres, mujeresfuertes, competentes y capacitadasque confíen en si mismas y conozcan sufuerza interior."
Dispuesta como profesional de Psicología para sembrar salud y bienestar en cada mujer que decide emprender el camino de la maternidad, en cada madre que nace y crece con el crío desde su vientre, en cada vínculo que se teje desde el útero, la primera mirada y el primer contacto con el recién nacido.
Cada mujer y/o familia gestante que busca de mis servicios profesionales; encuentra un espacio familiarSiente para su encuentro consigo misma y su reconocimiento como mujer que sabe y puede.
Una tarea de a una en una, la posibilidad de tejer en cada vínculo, una oportunidad para
rehacer y recrear el mundo y sus relaciones. Sembrando empatía y generosidad desde el primer latido desde el primer respiro...
Pero.... ¿Cómo tejer hilos para un amor nuevo sobre una historia de vida llena de matices?
Cavilo en ello profundamente:
En mi labor de acompañamiento preparo el telar con absoluta devoción al aceptar acompañar a una mujer en su camino para ser madre... pero el tiempo se hace poco cuando de sorpresa te devienes madre y buscas acompañamiento pensando solo en el "dolor de parto".
Es necesario "despertar conciencia" en muchas de nosotras, en el sistema de salud y en general sobre la maternidad y con ella; lo que llamo hoy, la sexualidad maternal y su impacto en el bienestar humano.
Mucho más que aliviar el dolor de parto, el acompañamiento integra espacios de catarsis y comprensión de emociones. Busca un espacio de autoconocimiento y empoderamiento para vivir una experiencia sin miedo, gozosa, libre...
¿Preparar o acompañar?
Me encanta y coincido con las letras de Michel Odent cuando afirma en su libro El bebé es un mamífero:
"Los franceses son responsables de los extravios más significativos. Asi pués, Lamaze, obstetra francés, padre de la psicoprofilaxis occidental, decía y escribia que una mujer debe aprender a dar a luz igual que aprende a hablar, a leer o a nadar. Estas indicaciones han despistado a todo el mundo, y con el tiempo han abocado a la crisis. Las palabras del obstetra americano Bradley demuestran la amplitud del punto muerto: - imaginen - escribía - que una mujer se entere con un preaviso de nueve meses de que va a ser arrojada al agua. Apuesto que utilizará ese intervalo para aprender a nadar. Asi ha sido como generaciones de mujeres gestantes han sido preparadas para el parto. La interpretación del proceso de parto como un proceso involuntario que pone en marcha las estructuras ancestrales, primitivas, mamarias del cerebro supone rechazar la idea aceptad de que una mujer pueda aprender a parir. Esta interpretación permite incluso comprender que no se puede ayudar activamente a una mujer a parir. No se puede ayudar en un proceso involuntario. Solamente se puede evitar perturbarla demasiado."
En tal sentido, acuñaria: ¿cómo enseñar, entrenar o condicionar los estornudos?!!!
Gracias por estar aqui y cavilar conmigo:
Liliana Castro Morato Servicios Profesionales para la Salud Primal y el Bienestar Humano Página web: http://saludprimalybienesta.wix.com/servicios Contacto: 3007253852 / Bucaramanga
Ser un padre o una madre competente no es sinónimo de ser "buena madre" o "buen padre". No existe la maternidad y la paternidad "perfecta" y cuánto más lejos estemos de aquellas idealizaciones que tarde o temprano nos estrellan de un tirón con la experiencia parental, estaremos más "salvados" de cargas y culpas para asi fluir en la consolidación de nuevos vinculos desde la consciencia de nuestras fortalezas pero también de nuestras limitaciones y desafios anclados en la propia historia de vida.
La imagén compartida de Katie M. Berggren esta acompañada de una cavilación que ciertamente nos invita a pensarnos para la maternidad y la paternidad. Una "preparación" que debiera iniciarse aún antes de la concepción misma de los hijos e hijas pues es un rol que no debe ser elegido por el destino ni los impulsos del aparato reproductor.
Con este mensaje para pensarnos como padres y madres les invito a seguir mi página de servicios profesionales y cavilaciones en Facebook"Salud Primal y Bienestar Humano"
Buen Febrero para todos y todas!!!
Con muchos desafios invisibles para reconocer y fluir mejor. Sigue este blog y/o la página en Facebook, hablaremos pronto de ellos.