«La relación de la madre con sus hijos se define en el seno de la forma global que es su vida; depende de sus relaciones con su marido, con su pasado, con sus ocupaciones, consigo misma; tan absurdo como nefasto error es pretender ver en el hijo una panacea universal.
Esa es la conclusión a la cual llega también Helen Deutsch en la obra que he citado a menudo - refiere la bella Ileana - y en la cual estudia ella, a través de su experiencia de psiquiatra, los fenómenos de la maternidad.
Sitúa en muy elevado lugar esta función; estima que la mujer se realiza totalmente en virtud de la misma: pero a condición de que sea libremente asumida y sinceramente querida; es preciso que la joven se halle en una situación psicológica, moral y material que le permita soportar su carga; de lo contrario, las consecuencias serán desastrosas.
En particular, es criminal aconsejar el hijo como remedio de melancólicas o de neuróticas; eso es hacer desgraciados a la mujer y al hijo. La mujer equilibrada, sana, consciente de sus responsabilidades, es la única capaz de convertirse en una «buena madre»."
Hay varios puntos de esta frase que me invitan a cavilar y los comparto con ustedes ahora, invitándoles a nutrirnos mutuamente:
1. Todas las personas en mayor o menor medida, hemos vivido situaciones dolorosas, "desgarros traumáticos". Algunos como ave fenix a través de una labor artesanal de vida hemos levantado cabeza a estos traumas, ayudados de alguna persona, situación, personas o experiencias que no necesariamente han sido guiadas por profesionales inmersos en un consultorio psicológico o psiquiatrico.
La capacidad de resiliencia forjada en algunas historias particulares es asombrosa, sin embargo no es un garante para asumir el rol de la paternidad y / o la maternidad en si misma, si no se ha hecho consciente tal resiliencia como antidestino y desde la luz no se ha logrado uno mismo empoderar de su propia historia.
2. La elección de pareja y la formación de la vida en pareja es un acontecimiento sin duda clave en nuestra existencia.
El hecho de superar un trauma y pese a todo, salir adelante de un proceso individual no tiene nada que ver con la invulnerabilidad.
Todos andamos por la vida con nuestra historia a cuestas. Hombres, mujeres, miembros de una pareja apercibimos cada situación de acuerdo a esa historia, por ello el encuentro de dos con sus mundos íntimos y su entendimiento cotidiano es un evento importantísimo que puede favorecer a cada partícipe del vínculo reforzando la capacidad de resiliencia adquirida o por el contrario, abrir la herida, agravar el desgarro.
Es común advertir en los casos, aquella mujer tranquila, sosegada y ecuanime en su trabajo pero que en los encuentros afectivos se transforma en la mujer histérica, controladora y celotípica cuya relación se convierte en un campo de batalla. Igual podemos advertir en los varones casos peculiares de aparente transformacion de personalidad, que en el fondo son el retorno de magulladuras y traumas emocionales que habian quedado superados en la individualidad.
3. El punto más critico ahora es, la llegada en la mayoría de los casos de manera no deseada, libre, consciente y sincera de los hijos e hijas.
Las estadísticas revelan que la mayoria de embarazos no han sido planeados y un número bastante significativos de embarazos e hijos no deseados aumentan la natalidad. Tanto asi que el debate del aborto está en primer plano en paises como el nuestro, visto como problema de salud pública, como derecho sexual y reproductivo, como tema teológico, etc.
Desde mi humilde punto de vista, un tema de empoderamiento individual e inmadurez emocional.
Sin haber podido ensamblar nuestros afectos, nuestra historia e inmersos en un mar de opciones superficiales que venden la idea de valía, confort y esa vida llena de estilo rodeada de bienes materiales y éxito profesional propias de una sociedad de consumo. Ciegos y con la necesidad de llenar nuestros vacios saltamos del timbo al tambo en nuestras relaciones esperando que la "magia de la vida" nos haga felices y suertudos.
Empoderarnos de nuestra historia, nuestros sentimientos, nuestros deseos, nuestra sexualidad es vista como una cuestión ajena.
Y siempre la culpa es "de l a v a c a" .... Tristemente llegan los hijos e hijas en la mayoría como una "parte" más de ese supuesto desarrollo y crecimiento de los años en donde fisiológicamente estabamos dotados, o tocó pues si abortamos nos lleva el diablo, o tocó pues ya pasados de los 30 todos tienen hijos sean casados o solteros, o... esta bien tengo un trabajito para mantenerlo ....
... pero emocionalmente seguimos inmaduros llenos de cargas y dolores ahora, para compartirlas con los más vulnerables e inocentes: los hijos e hijas.
Ahora nuestras sombras los crian y los educan, trasmitimos nuestras desgracias. Como expuso Simone de Beauvoir en la frase inicial compartida y apuntó Jean Sarkissoff en éste artículo compartido en la web de Jose Luis Cano que puedes leer AQUI: es un crimen perfecto.
continuará ....
Somos una integridad, aún en el rol sagrado de ser madre, somos muy complejas;imperfectas porque Amamos intensamente.
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