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viernes, 7 de octubre de 2011

NEGAR LOS SENTIMIENTOS MATERNALES :/ Un desacierto

Creo que la cavilación aplica tambien para los papás ¿cavilamos juntos?

La maternidad es un contraste de situaciones y también de sentimientos. Sobre las primeras (situaciones externas que rodean la maternidad) no me detendré en esta cavilación, pero sí sobre los sentimientos,  emociones y pensamientos que se pueden aparecer dentro de nosotr@s.

Y es que ellos: miedo, alegría, ira, tristeza, deseo de huida, deseo de muerte, amor, desamor... inundan el ser femino con tal fuerza y sin pedir permiso. Más cuando, la mujer sin consciencia de si, de lo que quiere, de lo que necesita, de lo que desea entra al mundo de la maternidad inesperada y sorpresivamente.

Pues eso de ¡que bonito, estas embarazada! ¡que ternura! ¡te ves preciosa con esa barriguita! no hacen eco sino se escuchan dentro de nuestro corazón. Si no se siente así; y aun a pesar de ello, habrán momentos en que algunos sintomas propios del proceso gestacional nos harán sentir fatal.  

Por ello, que bien nos haria a nosotras,  a nuestros  hijos e hijas, a toda la sociedad  haberlos deseado, haberles planeado, haberles concebido con  amor y  consciencia.

Porque la maternidad y la paternidad no es un camino sin obstáculos; por el contrario es un camino en donde es necesario cultivar, apropiarnos y vivenciar sentimientos, emociones, pensamientos y acciones que nos hagan ser "competentemente amorosos y sabios" para guiar a la nueva vida que emerge a nuestro lado y que depende de nosotros

Para ello seria propio antes de concebirles preguntarnos si estamos listos, si contamos con las herramientas internas (bienestar, madurez emocional) y las herramientas externas (condiciones para atender sus necesidades); si estamos dispuestas a "renunciar o detener" la atención a nuestras propias demandas egocentricas para dar  atención y suplir las de nuestros hijos e hijas.

No seria un sacrificio ni un tormento,
cuando consciente se ha tomado la decisión.

Pero vemos en cada lugar tantos padres y madres sacrificados. Y por tanto, tantos niños y niñas cargando esa pesada cruz. Condenados a pagar con "obediencia y respeto sin chistar" tal esfuerzo de ser padre y madre.

¡tanto que me dolio parirte, criarte, sacarte adelante y asi pagas.....! Podriamos entender entonces, la génesis del maltrato infantil (este incluye la omisión y el abandono) cuando sacamos a la luz los sentimientos y emociones de los progenitores. 

Que bien hace a nuestras vidas y la de nuestros hijos e hijas sincerarnos con aquellos sentimientos, emociones y pensamientos ocultos o evidentes que yacen bajo la punta del iceberg.  

Quitarles la carga que hemos puesto sobre ellos (niños, niñas y adolescentes)  por haber "perdido" a causa de nuestra inconsciencia, la anhelada "libertad" que yace encadenada en propios conflictos internos  lejos de los chicos y chicas.  Y asumir con coraje la misión emprendida, dejando excusas, justificaciones y proyecciones de lo que es nuestra responsabilidad. Eso tan solo si nos llenamos de amor por nosotros mismos.

Pues la idealización,  la fantasia, la evasión, la negación, la transformación de lo contrario emergen de la falta de valor propio y el miedo a aceptarlo.

Llenemos nuestra arca de hombre y mujer de valía y bienestar. Ello nos dará la claridad de saber si estamos listos para ser buenos padres y madres.

Y si ya lo somos, desnudarnos es preciso y al vestirnos ponernos ropa liviana!!!!



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