Es la segunda vez que tomo ésta obra artística como imagén ilustrativa de un post. Porque también sigue siendo para mi, la proyección de la importancia del SOSTENIMIENTO MATERNAL en la vida física y socioafectiva de los infantes.
Nuestro mundo actual quiere que los niños y niñas se comporten tan "adaptativamente" frente a los escenarios y sus reglas establecidas para el buen convivir tranquilo, sosegado y liberador de los ADULTOS.
Adultos que sin tiempo, para amarles y educarles por los afanes de la vida (producción, consumo y otras tareas) pretendemos que los niños se adentren al mar caótico de la vida, como las tortugas que recién nacidas deben correr por sí solas hacia el mar; pero.... ágiles, atentos, despiertos y con suerte; no ser devorados por aves y otros seres marinos. En éste caso que no te peguen otros niños, que ganes el año escolar, que los maestros hablen bien de ti, que te sientes bien y te portes como un menor educado para que vean lo buena familia que somos.
Pero el escenario parece otro. Infantes aburridos, insatisfechos, demandantes, egoístas, agresivos, con bajas notas escolares, problemas de conducta ( uno, dos, tres o cuatro de las anteriores u otras!)
¡Pero estas en un buen colegio! Te llevaré al Psicólogo o al Psiquiatra!
Se nos olvida cuestionarnos primero, antes de expresar que el del malestar es aquel infante que quizás no sintiendose amado, sostenido, acompañado, aceptado, valorado... o simplemente por ser un humano inexperto, sensible y necesitado aún de su guia ma/paternal se equivoca, o está lleno de una ansiedad que no comprende y que solo se muestra en su conducta como algo inapropiado o disruptivo.
¿Pero quien es usted para decirme que no amo a mi hijo/a? ¡Todo lo he dado por él/ ella!
¿Todo? Lo amable, respetuoso, libre y sin ambivalencias? Le has sabido expresar tu afecto independientemente de sus resultados? Has sembrado en su corazón palabra sabia y amable aún cuando te irritas? ¿ le animas sin esperar que se mueva a tu ritmo? ¿eres conciente que tu afecto incondicional es su mejor motivación o condicionas las dadivas de tu amor a sus resultados?
¡Benditos resultados! Cuando llenan las expectativas de otros más fácil se hace amar. ¿Y cuando no? Parece un calvario.
Has pensado un momento que si es un calvario para ti como adulto, cuánto más lo será para tu menor hijo/a?
¿Pero como puedes tu sostener a otro para no caer o ser preso o devorado por la ansiedad; si aún tu propia vida esta al filo de la navaja?
Tomate un tiempo padre y/o madre: danza, corre, salta, grita, rie, llora, patalea y suelta tu rabia y tu dolor lejos de tus pequeños!
Porque es dificil liar con los propios conflictos mientras los miramos al espejo y al tiempo amamos / educamos el reflejo que hay en él?
Es nuestra tarea como progenitores y cuidadores, SOSTENER.
No busques en lo oculto que sea tu pequeño quien te sostenga!
La constancia y la paciencia son imprescindibles en el acompañamiento y sostén de nuestros hijos. Todos queremos ver los frutos apenas un rato después de haber plantado o sembrado.Tan contraproducente puede ser estar toqueteando con impaciencia, prodigando riegos y labores, como olvidar las labores puntuales. al arbolito, desde pequeñito; pero que le den el viento, el sol y la lluvia.
ResponderEliminarMe gustan tus propuestas para cavilar, Liliana.Un abrazo
Hola Liliana. Yo creo que los pequeños, solo pueden sostenerse bien, cuando sus padres son suficientemente comprensivos y controlados con ellos mismos.
ResponderEliminarTodos nos podemos enfadar en el dia por muchas cosas: el jefe, el vecino, un amigo, una noticia, un problema, y acumulamos stress y no sabemos liberarlo convenientemente. Si llegamos a casa sin haber soltado, gritado o llorado ese stress, lo canalizamos en los pequeños y en la pareja.
Un juguete por el medio, una mancha en la pared, o cualquier cosa hace salir el enfado de todo el dia y se lo come todo el pequeño, cuando no la pareja. No es facil darse cuenta, muchos creen que el incidente valida su estado de ánimo, pero no es asi, siempre lo exageramos todo y pagan justos por pecadores.
Un saludo.
Totalmente de acuerdo con lo que dices.Liliana. Se juzga a demasiadas veces a l@s niñ@s con criterios de adultos,cuyo objetivo principal es sustituir a la generación anterior para conservar la sociedad en que vivimos.Deberiamos preguntarnos si esta sociedad de consumo y consumismo realmente merece la pena ser conservada.Casi tod@s lamentamos y nos quejamos de la creciente violencia, anonimato, frialdad e individualismo, sin reconocer sus verdaderos orígenes. Estos males no se curan por costosos programas estatales,sino por la labor diaria de cada un@ de nosostr@s en el marco de nuestras posibilidades, para reconocer y admitir la verdadera historia de nuestra infancia para poder interrumpir el circulo vicioso de trasmitir nuestros traumas de primera infancia a la siguiente generacion. Una persona que no ha sido amada incondicionalmente por sus padre y madre,y por lo tanto no ha aprendido a amar y valorar a si mism@, no puede amar a su hij@ ,a no ser que este dispuest@ a conocer al niño o la niña que fuimos en su dia, sin engaños y tapujos, conservando la falsa imagen de la infancia feliz que a todos nos gustaria haber tenido... Si tuvimos la mala suerte de no tenerla, ya no podemos cambiar el pasado, pero si nos damos cuenta de nuestro propio maltrato, podemos cambiar el presente y futuro de las siguientes generaciones.
ResponderEliminarLiliana. Como siempre llena de razón, fantástico texto.
ResponderEliminarCarambolas. A veces sale mejor no tener hijos...
ResponderEliminarQué magnífico texto!
ResponderEliminar"La certeza del amor es el pilar de la salud emocional": ahí está dicho todo.
Gracias!!! Un abrazo!!!